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Foto del escritorJuan Gimeno

Síntomas de un ligamento cruzado anterior lesionado




El ligamento cruzado anterior (LCA) es uno de los cuatro ligamentos principales, o bandas de tejido, que mantiene unidos los huesos de la articulación de la rodilla. También proporciona estabilidad y permite controlar el movimiento de la rodilla en diferentes direcciones.


El LCA conecta el fémur con la tibia y trabaja en conjunto con el ligamento cruzado posterior (LCP) para permitir mover la rodilla hacia adelante y hacia atrás.


Las personas que practican ciertos tipos de deportes tienen un mayor riesgo de sufrir un esguince o desgarro del ligamento cruzado anterior (LCA). Específicamente, los deportes que requieren que realices muchos cambios repentinos de dirección, como el fútbol, ​​el baloncesto o el rugby, ​​aumentan el riesgo de romperse el ligamento cruzado anterior.


También puedes sufrir una lesión del ligamento cruzado anterior a través del contacto directo con tu rodilla.


Síntomas del desgarro de LCA


Si alguna vez has tenido un desgarro del ligamento cruzado anterior, probablemente recuerdes muy bien las sensaciones. Los síntomas más comunes de un desgarro del LCA incluyen:


  • Sonido de estallido. Si escuchas un chasquido proveniente de tu rodilla en el momento de la lesión, puede ser un desgarro.


  • Dolor. El dolor severo es uno de los signos más comunes de un desgarro del LCA y empeorará si intentas ponerse de pie.


  • Hinchazón. La articulación de la rodilla comenzará a hincharse y la hinchazón suele ser inmediata.


  • Inestabilidad. Tu rodilla podría doblarse o ceder debajo de ti.


  • Incapacidad para caminar. Es posible que no puedas caminar o ni siquiera poner peso sobre la pierna afectada.


Estos síntomas pueden variar según la gravedad de la lesión y tu tolerancia al dolor.


No todos los desgarros del LCA son completos o totales.


Las lesiones del LCA se dividen en tres categorías, siendo las lesiones más leves de

Grado 1.


Un desgarro de Grado 2 describe una situación en la que el LCA se ha estirado demasiado, se ha aflojado y se ha desgarrado parcialmente. El grado 3 describe los desgarros completos del ligamento.


Algunas personas experimentan un desgarro parcial del LCA, que cae en la categoría media. La investigación sugiere que sobre el 20% de las lesiones del LCA son desgarros parciales.


¿Qué es una distensión de LCA y cuáles son sus síntomas?


Una distensión del LCA es la menos grave de las lesiones del LCA. Es una lesión de grado 1. Con una distensión del LCA, el ligamento cruzado anterior se estira, pero en realidad no se desgarra. Todavía puede ser doloroso. La articulación de la rodilla aún debe permanecer razonablemente estable.


Pruebas y diagnóstico de síntomas de desgarro de LCA


Después de sufrir una lesión en el ligamento cruzado anterior (LCA), un médico primero examinará tu rodilla y tomará nota de la hinchazón. También comprobará el rango de movimiento de tu rodilla.


Esto puede implicar el uso de una prueba de diagnóstico llamada prueba de Lachman , durante la cual te acuestas boca arriba. Luego, el médico le doblará la rodilla y la girará para evaluar su capacidad de movimiento. Esta prueba puede ayudar al médico a determinar qué grado de lesión probablemente hayas sufrido.


Otra prueba que un médico podría usar durante el examen físico es la prueba del cajón anterior. Mientras estás acostado boca arriba, doblará la rodilla y mantendrá el pie sobre la mesa de examen. Luego, tu médico aplicará presión detrás de la rodilla y verá si tu pierna se mueve fuera de lugar, lo que indicaría una lesión en el ligamento cruzado anterior.


El siguiente paso es una radiografía para ver si se ha fracturado algún hueso. Si no hay evidencia de roturas, es posible que se realice una prueba de resonancia magnética (RMN) para evaluar el daño en el ligamento cruzado anterior (LCA).


Un médico también puede optar por realizar una artroscopia para verificar el daño a tu LCA y tratarlo. Este es un tipo de procedimiento quirúrgico que implica la inserción de una pequeña cámara en la rodilla a través de una pequeña incisión.


Tratamiento de un desgarro de LCA


Una vez que un médico ha evaluado la extensión del daño, es hora de considerar el siguiente paso.


Para una lesión leve, probablemente te indiquen que descanses, eleves la pierna y apliques compresas de hielo en la rodilla para aliviar el dolor y la hinchazón. Es posible que debas usar un aparato ortopédico en la rodilla durante un tiempo para estabilizarlo.


Sin embargo, las lesiones más graves pueden requerir un tratamiento más intensivo, especialmente porque aproximadamente la mitad de todas las lesiones del LCA implican daños en otras estructuras de la articulación de la rodilla, como otros ligamentos o el menisco, que es el cartílago de la articulación de la rodilla.


La cirugía a menudo es necesaria para que los desgarros del LCA restauren la estabilidad y la función de la rodilla.


Un cirujano puede realizar una cirugía artroscópica, que es menos invasiva y podría ponerte en vía hacia la curación. Después, es posible que necesites un poco de fisioterapia para recuperar tu fuerza y ​​recuperar el rango completo de movimiento.


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