Con menos del 0,1% de todas las muertes por COVID-19, los niños se han visto significativamente menos afectados por la pandemia que los adultos mayores.
Pero eso no significa que se hayan salvado. La exposición al virus que causa COVID-19 pone a los niños en riesgo de padecer una afección grave conocida como síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C). La afección puede causar problemas en los órganos vitales y, en algunos casos, provocar la muerte.
Si bien la afección es rara, los casos de MIS-C se han disparado en los últimos meses. Y a medida que los países continúan reduciendo las restricciones en las escuelas y las empresas, a los expertos les preocupa que más niños puedan correr el riesgo de esta condición potencialmente mortal mientras esperan una vacuna COVID-19.
¿Qué es MIS-C?
MIS-C es una afección que causa inflamación severa en los órganos de los niños, como el corazón, el cerebro, los pulmones, los riñones y el sistema gastrointestinal. Si bien los médicos aún tienen que determinar la causa específica del síndrome, se sabe que ocurre en niños que tenían el virus que causa COVID-19, o que pasaron tiempo con alguien con la enfermedad, en algún momento de las últimas semanas.
MIS-C no es común ni frecuente, pero cuando ocurre, puede poner en peligro la vida. Por lo menos 33 niños han muerto de MIS-C, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) actualizados por última vez el 1 de marzo,
A pesar de la gravedad de la afección, la gran mayoría de los niños con MIS-C finalmente se recuperan. Sin embargo, a los médicos les preocupa que la afección, como COVID-19, pueda causar un daño a largo plazo en la salud de los niños.
¿Por qué están aumentando los casos de MIS-C?
Entre mediados de mayo de 2020 y el 1 de marzo de 2021, ha habido al menos 2.617 casos conocidos de MIS-C. Muchos de esos casos ocurrieron durante un pico que comenzó a fines del otoño pasado, y los hospitales advierten que continúan viendo un mayor número de niños con MIS-C.
La razón exacta del aumento de MIS-C sigue sin estar clara, pero los médicos sospechan que puede estar relacionada con la propagación del COVID-19 que se produjo durante las reuniones festivas.
Otra teoría es que la exposición repetida a COVID-19 podría desencadenar MIS-C. Por ejemplo, si un niño estuvo expuesto la primavera pasada y nuevamente en otoño o invierno, pero no podemos decirlo con certeza.
Es importante tener en cuenta que MIS-C no afecta por igual a niños de todos los orígenes. Alrededor 2 de cada 3 casos notificados de MIS-C en Estados Unidos han ocurrido en niños hispanos / latinos o negros.
¿Qué deben tener en cuenta los padres?
Los síntomas de MIS-C pueden parecerse mucho a otras enfermedades, por lo que puede ser difícil saber si tu hijo muestra signos de la afección. Por lo general, se trata de una fiebre que dura unos días.
Otros síntomas de MIS-C incluyen:
sarpullido
vómitos
diarrea
dolor en el cuello
ojos rojos o inyectados en sangre
fatiga
dolor abdominal
Algunos niños también pueden tener hinchazón de las manos o los pies, o ganglios linfáticos agrandados en el cuello. Si tu hijo tiene alguno de los síntomas de MIS-C, comunícate con su pediatra o con un centro de atención médica para una evaluación.
Debes buscar atención de emergencia si tu hijo está experimentando:
confusión
una incapacidad para permanecer despierto
dolor de pecho
dificultad para respirar
dolor abdominal extremo
palidez o piel, lechos ungueales o labios azules o grises
MIS-C es una afección muy rara, pero puede ser fatal, por lo que es importante continuar con las estrategias de prevención de COVID-19, como el uso de máscaras, el distanciamiento social y el lavado de manos.
Aparentemente las estadísticas nos dicen que COVID-19 no es una enfermedad grave en los niños, pero eso solo es cierto si no se enferma mucho o contrae MIS-C.
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